PRIMER DÍA. ESTOY VIVO.
Estoy vivo. Y coleando, menos mal.
Llegué anoche, jueves, a Praga tras algunas horas de vuelo y otras tantas de escala en Bruselas. Llevaba todo el viaje dándole vueltas a la cabeza sobre cómo llegaría hasta el hostel, en el centro de la ciudad.
Por suerte, un chico ruso que acababa de llegar en mi mismo vuelo quería coger un taxi hasta el centro de Praga, así que compartimos el taxi y, más importante aún, gastos. Ochocientas coronas checas nos costó, que, aunque suene a tarifa millonaria, son tan solo unos 35€. Aunque para el bolsillo de un estudiante puede ser un pellizco. Así que me ahorré la mitad y me dejaron en la puerta.
El hostel está genial (os escribo ahora mismo desde aquí), estoy en una habitación de ocho camas, pero no da sensación de agobio ni nada por el estilo. Además, hay un baño por cada habitación y no uno solo por planta como en otros hostels en los que me he hospedado.
Esta mañana conocí a tres portugueses que también habían hecho noche en Praga, y querían ir a Liberec a dejar las maletas y volver. Y me apunté al plan. Así que nos fuimos a Liberec y allí hice el Check-in en la residencia, deshice las maletas y comí algo mientras descansaba. Todo esto gracias a mi estupenda buddy que, para quien no sepa qué es un buddy, es un estudiante nativo que se compromete a ayudar a un número determinado de Erasmus. Y a mí me ha tocado la lotería, de verdad.
Una vez dejamos listo todo lo que teníamos que hacer allí, nos volvimos a Praga. Ya sin maletas, mucho más cómodos.
Ahora mismo escribo desde el hostel, haciendo tiempo mientras el resto (los tres chicos portugueses y un español que conocí por la tarde en la residencia) hacen check-in en otro hostel que han reservado para esta noche.
En principio saldremos a cenar y a tomar unas cervezas por el centro, y conocer los sitios de mayor interés. Mañana estaremos conociendo la ciudad y lo más probable es que volvamos a la residencia en Liberec el domingo.
Como no es difícil imaginar, no me ha dado tiempo a hacer ninguna foto, porque realmente no he hecho nada de turismo aún. En cuanto pueda colgaré una nueva entrada con fotos para mostrar lo bonita que es Praga (a pesar del frío que va haciendo ya).
¡Hasta la próxima!
Llegué anoche, jueves, a Praga tras algunas horas de vuelo y otras tantas de escala en Bruselas. Llevaba todo el viaje dándole vueltas a la cabeza sobre cómo llegaría hasta el hostel, en el centro de la ciudad.
Por suerte, un chico ruso que acababa de llegar en mi mismo vuelo quería coger un taxi hasta el centro de Praga, así que compartimos el taxi y, más importante aún, gastos. Ochocientas coronas checas nos costó, que, aunque suene a tarifa millonaria, son tan solo unos 35€. Aunque para el bolsillo de un estudiante puede ser un pellizco. Así que me ahorré la mitad y me dejaron en la puerta.
El hostel está genial (os escribo ahora mismo desde aquí), estoy en una habitación de ocho camas, pero no da sensación de agobio ni nada por el estilo. Además, hay un baño por cada habitación y no uno solo por planta como en otros hostels en los que me he hospedado.
Esta mañana conocí a tres portugueses que también habían hecho noche en Praga, y querían ir a Liberec a dejar las maletas y volver. Y me apunté al plan. Así que nos fuimos a Liberec y allí hice el Check-in en la residencia, deshice las maletas y comí algo mientras descansaba. Todo esto gracias a mi estupenda buddy que, para quien no sepa qué es un buddy, es un estudiante nativo que se compromete a ayudar a un número determinado de Erasmus. Y a mí me ha tocado la lotería, de verdad.
Una vez dejamos listo todo lo que teníamos que hacer allí, nos volvimos a Praga. Ya sin maletas, mucho más cómodos.
Ahora mismo escribo desde el hostel, haciendo tiempo mientras el resto (los tres chicos portugueses y un español que conocí por la tarde en la residencia) hacen check-in en otro hostel que han reservado para esta noche.
En principio saldremos a cenar y a tomar unas cervezas por el centro, y conocer los sitios de mayor interés. Mañana estaremos conociendo la ciudad y lo más probable es que volvamos a la residencia en Liberec el domingo.
Como no es difícil imaginar, no me ha dado tiempo a hacer ninguna foto, porque realmente no he hecho nada de turismo aún. En cuanto pueda colgaré una nueva entrada con fotos para mostrar lo bonita que es Praga (a pesar del frío que va haciendo ya).
¡Hasta la próxima!
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